miércoles, 4 de enero de 2017

La Instrucción de la Mujer .... La Voz de Elqui .... Lucila Godoy

                                                 LA VOZ DE ELQUI                     
                                        “La Instrucción de la Mujer” 1906

Retrocedamos en la historia de la humanidad buscando la silueta de la mujer, en las diferentes edades de la Tierra. La encontraremos más humillada y más envilecida mientras más nos internemos en la antigüedad. Su engrandecimiento lleva la misma marcha de la civilización; mientras la luz del progreso irradia más poderosa sobre nuestro globo, ella, agobiada, va irguiéndose más y más.
Y es que a medida que la luz se hace en las inteligencias, se va comprendiendo su misión y su valor y hoy ya no es la esclava de ayer sino la compañera igual. Para su humillación primitiva, ha conquistado ya lo bastante, pero aún le queda mucho de explorar para entonar un canto de victoria.
Si en la vida social ocupa un puesto que le corresponde, no es lo mismo en la intelectual aunque muchos se empeñen en asegurar que ya ha obtenido bastante; su figura en ella, si no es nula, es sí demasiado pálida.
Se ha dicho que la mujer no necesita sino una mediana instrucción, y es que aún hay quienes ven en ella al ser capaz sólo de gobernar el hogar.
La instrucción suya, es una obra magna que lleva en sí la reforma completa de todo un sexo. Porque la mujer instruida deja de ser esa fanática ridícula que no atrae a ella sino la burla: porque deja de ser esa esposa monótona que para mantener el amor conyugal no cuenta más que con su belleza física y acaba por llenar de fastidio esa vida en que la contemplación acaba. Porque la mujer instruida deja de ser ese ser desvalido que, débil para luchar con la Miseria, acaba por venderse miserablemente si sus fuerzas físicas no le permiten ese trabajo.
Instruir a la mujer es hacerla digna y levantarla. Abrirle un campo más vasto de porvenir, es arrancar a la degradación muchas de sus víctimas.
Es preciso que la mujer deje de ser mendiga de protección; y pueda vivir sin que tenga que sacrificar su felicidad con uno de los repugnantes matrimonios modernos; o su virtud con la venta indigna de su honra.
Porque casi siempre la degradación de la mujer se debe a su desvalimiento.
¿Por qué esa idea torpe de ciertos padres, de apartar de las manos de sus hijos las obras científicas con el pretexto de que cambie su lectura los sentimientos religiosos del corazón?
¿Qué religión más digna que la que tiene el sabio?
¿Qué Dios más inmenso que aquel ante el cual se postra el astrónomo después de haber escudriñado los abismos de la altura?
Yo pondría al alcance de la juventud toda la lectura de esos grandes soles de la ciencia, para que se abismara en el estudio de esa Naturaleza de cuyo Creador debe formarse una idea. Yo le mostraría el cielo del astrónomo, no el del teólogo; le haría conocer ese espacio poblado de mundos, no poblado de centellos; le mostraría todos los secretos de esas alturas. Y, después que hubiera conocido todas las obras, y después que supiera lo que es la Tierra en el espacio, que formara su religión de lo que le dictara su inteligencia, su razón y su alma. ¿Por qué asegurar que la mujer no necesita sino una instrucción elemental?
En todas las edades del mundo en que la mujer ha sido la bestia de los bárbaros y la esclava de los civilizados, ¡cuánta inteligencia perdida en la oscuridad de su sexo! ¡cuántos genios no habrán vivido en la esclavitud vil, inexplotados, ignorados! Instrúyase a la mujer; no hay nada en ella que le haga ser colocada en un lugar más bajo que el del hombre. Que lleve una dignidad más al corazón por la vida: la dignidad de la ilustración. Que algo más que la virtud le haga acreedora al respeto, a la admiración y al amor.
Tendréis en el bello sexo instruido, menos miserables, menos fanáticas y menos mujeres nulas.
Que con todo su poder, la ciencia que el Sol, irradie en su cerebro.
Que la ilustración le haga conocer la vileza de la mujer vendida, la mujer depravada. Y le fortalezca para las luchas de la vida.
Que pueda llegar a valerse por sí sola y deje de ser aquella creatura que agoniza y miseria, si el padre, el esposo o el hijo no le amparan.
¡Más porvenir para la mujer, más ayuda!
Búsquesele todos los medios para que pueda vivir sin mendigar la protección. Y habrán así menos degradadas. Y habrá así menos sombra en esa mitad de la humanidad. Y más dignidad en el hogar. La instrucción hace noble los espíritus bajos y les inculca sentimientos grandes.
Hágasele amar la ciencia más que a las joyas y las sedas.
Que consagre a ella los mejores años de su vida. Que los libros científicos se coloquen en sus manos como se coloca el Manual de Piedad.
Y se alzará con toda su altivez y su majestad, ella que se ha arrastrado desvalida y humillada.
Que la gloria resplandezca en su frente y vibre su nombre en el mundo intelectual.
Y no sea al lado del hombre ilustrado ese ser ignorante a quien fastidian las crónicas científicas y no comprende el encanto y la alteza que tiene esa diosa para las almas grandes.
Que sea la Estela que sueña en su obra Flammarion; compartiendo con el astrónomo la soledad excelsa de su vida; la Estela que no llora la pérdida de sus diamantes ni vive infeliz lejos de la adulación que forma el vicio deplorable de la mujer elegante.
Honor a los representantes del pueblo que en sus programas de trabajo por él incluyan la instrucción de la mujer; a ellos que se proponen luchar por su engrandecimiento, ¡éxito y victoria!
LUCILA GODOY ALCAYAGA
Vicuña, 8 de marzo de 1906.


[1] Gabriela Mistral, seudónimo literario de Lucila Godoy, nació en Vicuña, Chile, en 1889 y murió en Nueva York, en 1957. Hija de un maestro de escuela, tenía dieciséis años cuando decidió dedicarse a la enseñanza y  batirse por la educación de las mujeres. Trabajó como profesora de secundaria en su país y como directora de escuela. Como poeta, Gabriela Mistral se dio a conocer en los Juegos Florales de Chile en 1914 con el libro de poemas Los sonetos de la muerte, brotados del dolor por el suicidio de su prometido, el empleado ferroviario Romelio Ureta, a quien había conocido en 1906. Estos sonetos fueron incorporados en 1922 a una colección más amplia de sus versos realizada por el Instituto Hispánico de Nueva York bajo el título de Desolación, en el que aparecen varios poemas amorosos dedicados a mujeres. Ese mismo año dejó Chile para trasladarse a México, a petición del gobierno de este país, con el fin de que colaborara en la reforma de la educación iniciada por Vasconcelos. En México, Gabriela Mistral fundó la escuela que lleva su nombre y colaboró en la organización de varias bibliotecas públicas, además de componer poemas para niños (Rondas de niños, 1923) por encargo del ministro de Instrucción Pública mexicano, y textos didácticos como Lecturas para mujeres (1924). Terminada su estancia en México, viajó a Europa y a Estados Unidos y, en 1926, fue nombrada secretaria del Instituto de Cooperación Intelectual de la Sociedad de Naciones. Paralelamente, fue redactora de una revista de Bogotá, El Tiempo (sus artículos fueron recogidos póstumamente en Recados contando a Chile, en 1957). Representó a Chile en un congreso universitario en Madrid y pronunció en Estados Unidos una serie de conferencias sobre el desarrollo cultural estadounidense (1930). En 1945 Gabriela Mistral recibió el Premio Nobel de Literatura.

sábado, 16 de julio de 2011

Viento de pasión

Tormentas  que envuelven pasiones al viento,
con fuerza desfloran la noche doncella,
trayendo a escena una flor al desnudo,
mostrando los senos que cubren su fuego,
me enlaza y conduce  al lugar que desea.

Me enseñas delicias con poses perfectas,
persuades ferviente con magia serena,
 quitando soberbia, al necio dominas,
 hermosas caderas  someten… seducen,
concluyen en piernas, que fogosas cimbrean.

Belleza es tu nombre, florecilla cautiva,
revélame en dónde están tus raíces…
 irrumpe aquel alba y detiene el pedido,
susurras …. “Espérame amor mío, acaso no sabes que:
.. del cielo se ocultan los amantes prohibidos?”…..


Y bebes el  vino que queda en la copa,
le pido a la suerte conceda  otra noche,
tus pasos se alejan , me dejas perdido,
te vas con mis fuerzas,  me invade aquel frío.
mi aliento se acorta, mis ojos te buscan.

Un “Te amo” que aflora  no rompe el silencio,
no están tus latidos …. tu cuerpo está inerte,
consigo abrazarte…. mis besos te escoltan,
mi amor es contigo …… tu alma…. Oh Dios mío!!!…..
tu alma está ….muerta….

viernes, 27 de mayo de 2011

Se agota la vida…

Sentada en la sala te espero impaciente, tu docta sonrisa dibujas al verme,
tú prendes y atizas la llama aquí dentro, desvío mis ojos,  te esquivo…. resisto,
conciente  de aquello, subyugas…. no hay tregua…. tú ganas,
empiezas: muy  linda has venido, deseas  querida: cigarros…. un vino?
asiento  segura…. sabiendo…. que viene…

Siluetas de sombras quemando sentidos, tocando,  explorando las  pieles ardientes,
embisten gemidos la noche tranquila , plasmando matices al virgen silencio,
sembrando emociones a ciegos testigos …. celebras gozoso prendiéndome toda,
reflejos de luna inundan la alcoba, cual alba que une crepúsculo y día,
tu noche y la mía….  se funden en una…

No hay sol que le gane al calor que en mí siento, con tus juramentos conquistas terreno,
complaces,  reviertes papeles en juego.… tú el amo… yo  esclava, quitándote el sueño,
en pocos segundos, el gran indomable se muta encantado en cautivo vasallo,
tu torso desnudo altivo es reinante , delirio y vehemencia ya nutren mis ojos, 
tu cuerpo es tan mío y el mio ….  es contigo…

Me buscas la boca, me besas, la rozas, desgastas tu fuerza, me ves satisfecho,
temblores y espasmos escoltan el viaje…. sudor, complacencia  expuestos ya quedan,
termina en torrente….  llenando mi fuente, persisten  flotando los largos suspiros,
aroma sabroso penetra en la pieza, las cuatro  paredes ya  mudas se aquietan,
Amor confirmado es el sello en el  lecho…


Sonrisas profusas, nerviosas escapan, colándose un tema  en el aire se oía:
“Déjame llevarte por la corriente de mis deseos,  
convertirte en río traerte a mi mar….
Déjame envolverte en la tibieza de mis caricias,
que ayuden mis labios en las delicias que buscan tu placer con afán”….


Irrumpe la alarma con sonoro alboroto, despierto exaltada, intento el regreso,
recobro  mi alma…. renacen recuerdos…. me invade nostalgia…. mi sueño.... está roto
rehuso evidencias…. ¿pasión? …. ya no existe....
camino descalza  dejando el olvido, cruzando las calles y densas neblinas,
me siento en un banco,  decido llamarte…. responde tu ausencia… me niego aceptarla…

Se agota la vida…. aún yo  insisto:  Aló, aló.… amigo …. cigarrillos.… un vino???...

domingo, 15 de mayo de 2011

Yo....ya no


Desliza en mis ojos  caricias muy finas,
muy suave es al roce en  mis dedos la arena,
es el limo que cae del reloj que dejaste,
que avanza que mengua caricias eternas,
 mi amor…. no hay regreso…. el tiempo transcurre....

En vano es mi lucha, en vano mi esfuerzo, me voy contra aquello,
 volviendo en titanes mi afán y este empeño,
 en sueños detengo el trayecto nefasto…. en sombras  mi vida te vas sin quererlo,
invaden mis venas, las gotas de sangre
que viven e inflaman la llama del beso , del último beso... cuando tú te fuiste….

Oscura es mi alcoba…. mis sueños, tus sueños... se acuestan conmigo,
la luz que emanaban mis sábanas blancas revelan aquellas delicias prohibidas,
preludios de noches de  orgasmos lascivos …ya huyeron de ellas…
sozobra y angustia despiertan al alba… abunda en mi mente memorias inquietas,
nostalgia y congoja la envuelven, la empalman…. descanso es tu imagen llenando mis ojos ….

Las notas de mi alma de excelsa armonía cambiaron tan pronto con tu despedida, 
tu dulce recuerdo preña ahora mi mente, ahondando el dolor natural al parir..
un grito que sale sin ruido…. silente,
lo triste ya empieza… la vida comienza,  por donde yo ir… a donde escapar
si todos los pasos por ti yo los doy…. hoy tengo que huir….


Los días o noches sin sabor…. sin descanso…. sin sosiego…. sin tí,
donde estan vida mía, tus ojos, tu sonrisa, tu encanto,
 tu ausencia me agobia, me ahoga, me mata…. tocarte, besarte.... imposible mi cielo,
desnudez complaciente.... manantial nutriente.... deseos saciados...
tú sabes.... lo encuentras aquí…. en tu amor…. en mí….

 No quiebres bien mío mi exigua entereza , recuerda mi vida pende ahora de un hilo,
rechazas o niegas al dulce destino?.. caminemos juntos.. a la nada le digo...
clamo ahora al cielo descubriendo  ante el mundo mi corazon sangrante,
devuélveme  Padre : mi aliento, mi corazón, mi amante,
hacen eco las palabras que aún roban mi cordura: Está a mi lado, está tranquilo….


Llora mi alma sin consuelo, sin calma, deseos de ascenso, de viaje, de ensueño
se abren las puertas, se rompe aquel manto donde estaba dormido,
desciende sonriendo....  bajando muy suave peldaños divinos.... es él.... es mi dueño,
estira su  mano…. Oh cuanto mi cielo ansiaba tocarla… me dice: no sufras cariño,
 ya ven  amor mío… ya ven…. ya ven conmigo....

Sufre el aire…. sufre el vuelo…. sufre el ave…. 

Todos sufren…. más…. yo…. ya no….




martes, 26 de abril de 2011

CICLON DE ABRIL


 

 

Por Juan José Soto


La Asociación Cultural “Kaypi Kani” dirigida por Matilde Granados y  el “Ciclón de Poesía” organizado por Juan José Soto tienen el agrado de invitar a los amantes de las letras y al público en general al recital poético “Ciclón de Abril”,  el mismo que se llevará a cabo el viernes 29 de abril a las 7:30 p.m. en el auditorio de la Alianza Francesa – Chiclayo, sito en la calle Juan Cuglievan 644, Chiclayo.

En dicho evento participarán Isabel Matta Bazán –que viene desde Lima a compartir su poesía- , Ronald Calle Córdova,  Rosakebia Estela y Fernando Odiaga.
Los organizadores agradecemos el favor de la difusión del evento y -aunque muchos estén distantes e imposibilitados de poder asistir- es un deseo sincero compartirlo en esta red de fraternidad cultural.

Sobre los poetas participantes:

Isabel Matta Bazán (Lima, 1971)

Estudió Comunicación Social y Educación en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Diplomada en Educación Pública por la Universidad Ricardo Palma.  Destacada poeta perteneciente a la promoción de los “noventa”  y ex integrante del Grupo poético Neón. Autora de los poemarios “Soledad Nuestra” (1999) y “Reina Moribunda” (2005). Ganadora de los Juegos Florales del Pedagógico San Marcos (2000) y del concurso EROS de poesía de la región Puno (2005).






Ronald Calle   (Cajamarca, 1982) 
Licenciado en Educación, especialidad de lengua y literatura por la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo de Lambayeque. Miembro del Grupo Literario Lambayecano “Signos”. Autor de los poemarios "Agonía Compartida" (2007) y "Abandono del Hastío" (2010). Obtuvo el Primer Premio Regional de Poesía 2006 y el Premio Internacional "A Quijotear"- Melilla, España (2005).











  
Rosakebia Estela (Chiclayo, 1990)
Estudiante de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, Lambayeque. Es una de las voces más promisorias de la poesía chiclayana última. Ha obtenido el Primer puesto del “XI Concurso Regional de Poesía”, Juegos Florales Municipales- Chiclayo – 2009; Primer puesto Concurso Poesía Taiwán, 2010; Primer puesto VII Concurso Internacional Literario Conglomerado Cultural “José EufLora y Lora & Juan Carlos Onetti 2010; Tercer puesto en el I Concurso Internacional de Nano Literatura, Venezuela, 2010; Primera Mención Honrosa, Premio Nacional de Poesía Ciudad de Huamachuco, 2010; y Ganadora del Concurso Internacional de Poesía Latin Heritage Foundation, 2011.




Fernando Odiaga (Chiclayo, 1970)
Es uno de los más lúcidos intelectuales de la movida literaria chiclayana. Ha publicado poemas en las revistas “Cometa de papel” de Arequipa y el fancine “De cabeza” de Chiclayo. La mayor parte de su producción permanece inédita. Está a punto de graduarse como profesor de filosofía en la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo de Lambayeque.




jueves, 24 de marzo de 2011

¡¡¡Viva el Perú Carajo!!!

Autor: Jorge “Cumpa” Donayre

(1921 - 1987)

Bueno, ha llegado el momento,
el momento esperado siglo y medio,
para que desde la antigua vasija de mi canto
extraiga este grito de barro estremecido. 


¡Viva el Perú Carajo!

Vivan las espumosas olas,
sobre las que llegó la historia de Dios
en totoras y velas desafiantes.
El océano largo y submarino
de infinitos, profundos habitantes.
El voluptuoso cetáceo, las gaviotas,
las algas, el bonito y el humilde guanay
que ha digerido a millones de libras esterlinas.
Este es mi mar, mis islas, mis arenas,
mis remos, mis atardeceres y mis redes.


¡Viva el Perú Carajo!


Viva este monumento de piedras
levantado sobre cimas de la eternidad
donde el tiempo no se atreve a morir.
Viva esta huaca donde anduvo
la raza de los viejos abuelos,
abuelos a la vez de 8 millones de serranos,
que quedan allá arriba, prendidos de las cumbres;
y aquí abajo, servidumbre barata
de las casas de Lima, mozos del mayorista,
ebrias, turbias postergadas gentes de las barriadas,
emolienteros, vendedores de frutas, carretilleros,
público sudoroso de los coliseos,
chimpunes, driles y camisas de mugre.


¡Viva el Perú Carajo!


Este río es peruano,
y es su cuna, una huraña fuente
enclavada en la cumbre
que vacía y llena el hechizo del cielo,
gota a gota o en tempestuosas lluvias.
Viene en su lecho con limos y polvos minerales,
sembrando valles, preñando y alumbrado,
padre y madre a la vez,
la vida del hombre y de las plantas,
los animales, las aves y los peces.
Indios, mariposas,
cholos, blancos, negros, leche, rosas,
todo, todo lo siembra el río,
que baja desde la nube con fuerza creadora.


¡Viva el Perú Carajo!


Viva esta selva sembrada por el propio Señor,
una fresca mañana cuando pasó el diluvio,
el día que sus dedos,
moldearon su mejor creación sobre el planeta.
Aquí la fuerza desata un huracán de lluvias y de orquídeas,
llanuras de verdor cubren la tierra
donde se enroscan ríos y serpientes.
Vuelan los guacamayos, parlotean los monos trapecistas
mientras, río arriba surca una canoa
en la que van amándose Carlos Rumiche y su María,
seguros de que el río ha de traerles
junto a la cesta de peces, el hijo prometido.
Viva el hombre peruano,
al que no espanta la dura geografía
que Dios nos entregó como instrumento.
Sobre las conmociones cataclísmicas
que agitan los cimientos de los mares y la tierra
sembramos, desafiando terremotos, nuevas ciudades,
nuevas casas, las riegan las lágrimas transidas de las viejas,
de los huérfanos niños, de los hombres.
Nosotros somos súbditos del temblor y el terremoto.


¡Viva el Perú Carajo!


También al huayco, a las inundaciones, las sequías,
le sabemos sus caras de miseria.
Sus derrumbes, sus vértigos de sangre,
les conocemos desde viejas edades.
Y para todas esas camaradas desdichas,
hay un Pedro Quispe y una Juana Flores,
que a fuerza, de coraje, de sudor, de esperanza,
han atrapado un rayo enfurecido entre sus manos
y lo han hecho una estera de amor, un duro adobe,
ladrillo rojo, una vivienda rústica, una torre;
el perfil majestuoso de una iglesia,
un pueblo, una ciudad y una costa
o una sierra de continuadas urbes
que se levantan y caen sin miedo a nada.


¡Viva el Perú Carajo!


Para Sucche, comunero,
es este canto, este fuerte carajo estremecido
para sus caminos vecinales y su escuelita de tejas,
donde el hijo aprenderá qué es el Perú.
Vivan los artesanos, los mineros,
los duros labradores que no moran en Lima
y han hecho de la Luna,
un lamparín de esquivo kerosene,
encendido en el techo de los cielos.
Viva el hombre de chullo que solo come charqui
y bebe jarros de chicha, repletos de tristeza.
Viva su poncho rojo, sus cansadas ojotas,
su lánguido charango, las ubres de sus cabras;
el seno prieto y duro de sus cholas,
su leche tibia, llena de amor y vida.


¡Viva el Perú Carajo!


Para Aurelio Celada, caporal de la hacienda costeña,
es este canto de carbón y de uva negra,
como el mejor color de su pellejo.
Para el duro trajín que le reclama músculos de antracita,
firmes muslos para sus grilletes vencidos,
sus leyendas de arcángeles zambos, guitarristas,
marcadores de puntas, centro forward, soldadores de gallos,
cinturas de alcatraz y cajonero.


¡Viva el Perú Carajo!


Para tirar un carajo por mi patria,
le he pedido prestada su cristina de dril a mi hijo Alberto
y en la hebra de luz de un blanco cabello
de mi finada madre, lanzo el sonoro grito
que me nace de las venas,
con estruendo de vida,
clarinada del alba al cielo puro.
Para tirar un carajo por mi patria,
he levantado en sedición a las palomas,
garras de cóndor son ahora sus patas,
otrora delicado pistilo hoy convertido en lanza.
Este niño que toca una corneta en los desfiles de julio,
es Juan Mariño, es hijo de la estera, del barro y de la caña brava.
Es Juan Mariño, hijo de la barriada, sobrino del triciclo, primo del anticucho.
Sobre el lomo del cerro tirita fríos, tiene hambre,
en las manos y en las tripas
y aunque él solo es dueño de su uniforme comando,
es Juan Mariño, el que toca una corneta
en los desfiles de julio.
Para tirar un carajo por mi patria,
préstame Juan Mariño la trompeta,
tu trompeta de bronce retumbante,
quiero lanzarle al mundo
un coro de trompetas.


¡Viva el Perú Carajo!


Oh río huraño. Oh seca pampa,
Oh larga costa, Oh Huascarán, Huandoy, nieves eternas.
Oh tranquilo molusco, cactus, piedra, Qencco,
Sacsayhuamán, Chavín, piedra de siglos.
Oh poncho, lampa, flecha, quena, choclo, nube, gaviota,
prestadme vuestras voces de siglos
para inundar de amor todo el paisaje.


¡Viva el Perú Carajo!


Amo esta dura arcilla,
amo este crisantemo
y sigo enamorado del olor del romero.
Porque estas cosas viejas, conciertos de canarios,
cuadernos de dibujo, helechos y retratos esfumados
no conduelen mi vida, sino al contrario,
alientan las sudadas camisas de mi paso
y en la beligerancia de todas las batallas
afirman este grito:


¡Viva el Perú Carajo!
¡Viva el Perú!, mi patria,
y sobre todo este rectángulo
que es mi única propiedad sobre la tierra,
donde los huesos de mi madre
dicen aun sus rezos preferidos,
sus preocupaciones.


¡Viva el Perú!, mi patria, la de mi hijo,
de mis amigos buenos, la mujer que me ama,
mi provincia, mi derruida casa.


Y cuando los diarios digan:
el Perú perdió en fútbol,
el Perú país pobre,
vino otro terremoto,
se secaron los ríos,
se enlodan los políticos,
bajó el sol, se perdió la cosecha,
repicaremos desde el fondo de los huesos,
el grito poderoso de los hombres de esta tierra,
cargada de coraje y de optimismo para decir,
como si arrojáramos balas:



¡Viva el Perú carajo! ... ¡Viva el Perú carajo!
¡Viva el Perú carajo! ... ¡Viva el Perú carajo!
¡Viva el Perú caaaraaaaaaaaaajo!

La Instrucción de la Mujer .... La Voz de Elqui .... Lucila Godoy

                                                 LA VOZ DE ELQUI                                                              “La Instr...